Pelo rizado

¡Hola a todos!

Hoy quería dejar un poco de lado el maquillaje, para centrarme en otro tema que os gusta y os interesa a partes iguales, EL CUIDADO DEL CABELLO RIZADO.

Y es que los rizos están de moda, aunque algunas los llevemos orgullosas desde hace años. Desde hace unos años, las pasarelas, la moda y el mundo de la publicidad, ayudados de la fuerza de las redes sociales, han hecho visible los distintos tipos de cabellos. Se acabó el monopolio del pelo liso, que tanto imperó en los 90 y los 2000. Muchas nos resistimos en su momento a alisarnos el pelo y seguimos así, por supuesto. Qué mejor que lucir con orgullo nuestros rizos ahora que son tendencia.

Si bien es cierto que muchas veces nos traen de cabeza, nuestros rizos se han convertido en nuestro mejor aliado de belleza. Dan personalidad, originalidad,…pero como todo, hay que cuidarlos correctamente para lucirlos al 100%. Yo he hecho muchas locuras con mi pelo; desde decolorarlo hasta el extremo hasta cambiarle de color cada poco tiempo. El abuso del secador también ha sido un punto fuerte para freír mis rizos en muchas ocasiones.

Pero conforme fueron pasando los años, me di cuenta de que todo podía ser más fácil y MÁS SANO para mi pelo. Que mis rizos podían ser más bonitos. Y llego mi gran corte allá por el año 2013, después de pasar por varias decoloraciones muy agresivas que rompieron mi pelo por varias partes. Me puse en manos de profesionales y hice un corte muy de tendencia en esa época, llegando a rapar gran parte de mi cabeza. Sobra decir que mi pelo estaba sanísimo, ya que, al menos, lo cortaba una vez al mes para mantener el corte tan marcado que llevaba.

Poco a poco, fue creciendo y llegaron mis coqueteos con el MÉTODO CURLY (en realidad, ya había coqueteado una primera vez antes del gran corte, pero lo abandoné). En mi canal de Youtube tenéis varios vídeos en los que hablo de este tema ampliamente. Pero os lo resumo: LO DEJÉ. Por varias razones; la primera, no tiene ninguna base científica que sustente sus postulados tan «dictatoriales». Además, mi pelo nunca estuvo peor, más apagado, sucio y triste. Me centré en seguir consejos y recomendaciones de personas con un pelo totalmente distinto al mío, y seamos sinceros, cada pelo es un mundo y cada uno tiene unas necesidades propias.

Mi pelo es muy fino y tengo una densidad media-baja. Si bien no sigo el Método Curly, sí que sigo ciertas pautas o recomendaciones que podéis añadir a vuestra rutina capilar (sobre todo si tenéis un cabello parecido al mio).

  1. LAVA EL PELO CUANDO LO NECESITES

Olvídate de esos postulados absurdos que dicen que cuanto menos lavemos el pelo, mejor. El cabello, y sobre todo, el cuero cabelludo, necesita estar limpio, independientemente de si es liso, rizado u ondulado. Cada una tiene un estilo de vida, unas hacen más deporte que otras, o nuestros trabajos quizá nos obliguen a lavar o menos el cabello. Adáptate, pero siempre, mantiene la higiene en tu cabello. Esto, que parece obvio, no lo es tanto.

2. HIDRATALO, PERO SIN PASARTE

Las mascarillas siempre son un aliado, pero comprueba qué tipo de mascarilla le va bien a tu pelo y con qué periodicidad puedes aplicarla. En mi caso, por ejemplo, huyo de las mascarillas muy pesadas o cargadas de aceites, ya que apelmazan mis rizos y les quitan nervio. Yo suelo usar mascarilla una vez al mes, o una vez cada dos meses aproximadamente.

3. EVITA EL CALOR EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE

Ésta es mi asignatura pendiente. No puedo no usar el secador, ya que el rizo no me quedaría tan encogido y el volumen sería nulo. Y si hay algo que me gusta, eso es el volumen. Siempre que lavo mi pelo o lo refresco, echo mano del calor del secador. Podemos minimizar el daño, bajando la temperatura del calor y no parando demasiado con el secador en una misma zona. Actualmente, uso el secador que veis en la foto, el difusor de Bellísima. Su tamaño pequeño y manejable me ayuda mucho a secar el pelo cómodamente, pero tiene un pero muy grande: no tiene distintas temperaturas de aire, sólo calor.

4. HUYE DE TRATAMIENTOS AGRESIVOS

Ni que decir tiene que el uso continuado de calor, y la aplicación de tratamientos, tintes o decoloraciones, hace un flaco favor a la salud de nuestro cabello. Asimismo, el uso de productos que resequen el pelo, como lacas o espumas o fijadores de pelo con demasiado alcohol, también pueden contribuir a que nuestro pelo no esté todo lo sano que deseamos.

5. ESCÚCHALO

Esto es lo más importante. Escucha a tu pelo, siente lo que le va bien y lo que no y no te empeñes en usar productos o técnicas que no tienen un efecto positivo en tus rizos, pensando que a la larga todo irá mejor. Normalmente, no suele ir a mejor. Y si pruebas productos que no saben qué efecto tienen en tu cabello, hazlo de forma separada, de uno en uno, para saber exactamente qué efecto tienen en ti.

Y lo más importante, una rutina simple suele ser siempre lo más acertado.

¿Cuáles son vuestros trucos para mantener sano vuestro pelo?